Columna sobre Política y Relaciones Internacionales. 15 de Febrero de 2025

La Franja y la Ruta: Reflexiones y Proyecciones bajo el signo de la Serpiente

Por Ramiro Rodríguez Bausero
El último año de la serpiente en el calendario lunar chino fue el 2013. Precisamente en ese año, el presidente Xi Jinping presentó la iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road Initiative, BRI), cuyo objetivo primordial era conectar la masa continental euroasiática mediante trayectos terrestres y marítimos, a través de inversiones en infraestructuras de transporte, energía y logística. Además, se proponía eliminar obstáculos normativos y fronterizos al comercio, mientras se profundizaban las relaciones bilaterales de China con cada país que se integrara a la iniciativa.
La invitación por parte de China a los países de América Latina para incorporarse a la BRI, se formalizó en la Reunión del Foro China-CELAC de enero de 2018 en Santiago de Chile. En esa instancia, China presentó la Iniciativa de la Franja y la Ruta para la cooperación internacional, como una “importante oportunidad para el fortalecimiento de la cooperación para el desarrollo entre los países involucrados”. Panamá fue el primer país de la región en unirse a la Iniciativa en noviembre de 2017, seguido en 2018 por Trinidad y Tobago, Surinam, Dominica, Bolivia, Guyana, Uruguay, Costa Rica, Venezuela, Granada, El Salvador, República Dominicana y Chile. A estos países se sumaron, en 2019, Cuba, Ecuador, Antigua y Barbuda, Barbados, Jamaica, Perú; en 2022, Argentina y Nicaragua, y en 2023, Honduras. Recientemente el jueves 6 de febrero de 2025, el presidente panameño José Raúl Mulino, anunció la cancelación del acuerdo de adscripción a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, después de presiones por parte de Estados Unidos para que reduzca la influencia de China sobre el canal de Panamá. De toda la región, restan solamente Brasil, México y Colombia en sumarse a la BRI, naturalmente sin contar los países que no mantienen relaciones diplomáticas con la RPC por continuar haciéndolo con Taiwán.
En 2025, tras completar un ciclo completo del zodiaco, la BRI entra en la fase de la serpiente de madera. Este momento ofrece una oportunidad para evaluar su trayectoria, reflexionar sobre los logros obtenidos y proyectar su futuro con la claridad, intuición y persistencia que caracteriza a este símbolo. A lo largo de estos años, la BRI ha diseñado y desplegado una serie de corredores terrestres y marítimos que han serpenteado, en primera instancia, por la geografía euroasiática y la región del Índico, extendiendo posteriormente su alcance hacia África y América Latina. Al igual que la serpiente, la BRI ha sabido «desprenderse de su piel» para adaptarse a las nuevas circunstancias, tanto internas como externas, resistiendo los cuestionamientos y manteniendo su propuesta como un «nuevo modelo de relaciones internacionales».
En octubre de 2023, al conmemorarse los 10 años de la iniciativa, el Consejo de Estado chino publicó un libro blanco titulado “The Belt and Road Initiative: A Key Pillar of the Global Community of Shared Future”. Este documento ofrece un balance de los avances conseguidos por la BRI, retomando el espíritu de aquellos intercambios y rutas de antaño, pero enriqueciéndolos con la «cultura y el espíritu de la nueva era». Más allá de la retórica en la que se enmarca el informe, que resalta los logros alcanzados en términos de conectividad, comercio (USD 19 billones de dólares entre 2013 y 2022), inversiones (USD 380.000 millones de dólares), alivio de la pobreza y grandes proyectos de infraestructura, el libro blanco también reconfigura la Iniciativa, luego de haber enfrentado dificultades y desafíos, especialmente a partir de 2016 y 2017. Este es un aspecto crucial del documento, que menciona, casi al final, que la BRI «enfrenta algunas dificultades y desafíos». A partir de esa época, comenzaron a proliferar casos de cancelación de contratos, retrasos en proyectos, financiamientos pendientes de aprobación y, sobre todo, una creciente preocupación por la sostenibilidad de las deudas contraídas. Esto provocó la cancelación de proyectos en países clave para la BRI, como Myanmar, Nepal y Sierra Leona. A nivel doméstico, también surgieron preocupaciones entre los banqueros y las empresas chinas sobre los riesgos de caer en una «diplomacia de la trampa de deuda» con los países receptores, dada la viabilidad de algunos proyectos y préstamos, lo que llevó a un giro en las políticas financieras para priorizar las necesidades internas.
Volviendo al Libro Blanco de 2023, el texto se alinea con los principios del XIV Plan Quinquenal, que ajustó la estrategia de “going global” a una visión más equilibrada hacia el mercado interno. En un contexto marcado por las secuelas de la crisis financiera de 2009, la guerra comercial con Estados Unidos y las implicaciones de la pandemia del COVID-19, que resultaron en un menor crecimiento económico, China se vio obligada a replantear su modelo de crecimiento. De esta forma, la nueva estrategia apuesta por un crecimiento centrado en el mercado doméstico, complementado por la expansión internacional, la denominada «circulación dual». En este contexto, el capítulo 41 del Plan refuerza los principios fundamentales de la BRI, tales como las consultas recíprocas, las contribuciones mutuas y los beneficios compartidos. Esta visión se desarrolla en torno a un «desarrollo verde, apertura y gobernanza limpia», promoviendo la alineación de estrategias, planes y mecanismos entre los países miembros de la Iniciativa. Se abordan aspectos aduaneros, impositivos y regulatorios, como lo expone el Libro Blanco de 2023.
En cuanto a la interconectividad de infraestructuras, el informe enfatiza la importancia de los «seis corredores, seis países», ampliando el concepto para incluir «múltiples países y puertos». Entre los corredores, destaca el “Eurasian Land Bridge”, vertebrado por el “China-Europe Railway Express”. Además, se subraya la promoción de «proyectos de cooperación importantes de manera ordenada», enfatizando la integración de altos estándares de calidad, sostenibilidad, resistencia al riesgo, precios razonables e inclusividad, conceptos que parecen haber sido integrados a partir de experiencias fallidas en países como Sri Lanka, Zambia o Ecuador.
El Libro Blanco, presentado en el marco de la convocatoria al Tercer Foro de la Franja y la Ruta, redefine la BRI como una respuesta a las crecientes deficiencias en paz, desarrollo, seguridad y gobernanza. Con el mismo espíritu que inspiró su creación, se reafirma el compromiso con las cinco áreas de acción de la Iniciativa: coordinación de políticas, conectividad de infraestructuras, comercio, integración financiera y profundización de los vínculos entre los pueblos. Se destacan también los principios de consultas y beneficios compartidos. El documento subraya que la BRI «se ha convertido en la plataforma de cooperación internacional más grande del mundo, con la cobertura más amplia». De hecho, se presentan nuevas áreas de desarrollo y profundización, como la cooperación en salud, la cooperación digital y, sobre todo, la innovación y el desarrollo de una economía verde y descarbonizada, alineada con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Un aspecto crucial mencionado en el Libro Blanco es la sostenibilidad de la deuda, un tema que ha sido una de las principales dificultades enfrentadas por varios proyectos en el marco de la BRI. El documento señala que ninguno de los países miembros de la Iniciativa ha incurrido en una crisis de deuda como resultado de su participación en la BRI, y destaca los esfuerzos realizados para alcanzar un «sistema de inversión y financiamiento a largo plazo, estable, sostenible y controlado en términos de riesgo».
En base a la astrología china, la serpiente simboliza la sabiduría, superación de adversidades, renovación y diplomacia. Bajo su auspicio, después de doce años de trayectoria, la “Belt and Road Initiative” parece seguir avanzando en su proyecto, renovándose cuando es necesario, avanzando pacientemente hacia el cumplimiento de los objetivos inicialmente trazados. Con la potente simbología que irradia la serpiente tanto en China como en América Latina, el 2025 será el año de la Cuarta Reunión de Ministros del Foro China-CELAC y de la emisión de un nuevo Plan de Acción, que enmarque el relacionamiento de la región con el gigante asiático, en un contexto geopolítico por demás desafiante y con nuevas oportunidades.

Ramiro Rodríguez Bausero es Funcionario del Servicio Exterior de Uruguay. Actual Cónsul General en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. Abogado y Licenciado en Relaciones Internacionales (UDELAR, Uruguay). Máster en Política y Economía Internacionales (UDESA, Argentina). Integrante de la Red China y América Latina: Enfoques Multidisciplinarios (REDCAEM).