Columna sobre Medio Ambiente y Desarrollo. 15 de marzo de 2023
El Triángulo del Litio: Inversiones de China en América del Sur
Por Pamela Aróstica & Sergio Cesarin
El Triángulo del Litio esta compuesto por Argentina, Bolivia y Chile, esta región alberga las mayores reservas de litio a nivel mundial. Este mineral es clave para la transición en el sector energético y por esta razón las potencias tecnológicas se encuentran en una franca competencia por firmar contratos de inversión para explotar esta materia prima fundamental en la economía del futuro por sus múltiples aplicaciones en las industrias electrónica y automotriz. En este contexto, China lleva más de una década explorando oportunidades para extraer este mineral y por ello ha firmado acuerdos con los tres países que integran el citado triángulo suramericano. Ante la presión competitiva china, potencias tecnológicas como Estados Unidos y Alemania ponen de manifiesto su preocupación y quieren recuperar terreno mediante la obtención de concesiones de exploración y explotación invirtiendo en proyectos sostenibles que modifiquen las preferencias de actores gubernamentales por empresas – estatales y/o privadas – chinas sobre el ansiado “oro blanco”.
Las inversiones en cadenas de valor de minerales esenciales en regiones como América Latina, otorgan a China un rol preponderante el cual se define por varios factores. Las apetencias chinas por producir energía limpia (paneles solares), el desarrollo de tecnologías aplicadas a nuevos procesos productivos en micro y nano electrónica, telefonía celular (baterías de teléfonos móviles) y sostener su competitividad en el contexto de una revolución en marcha en el sector automotriz (vehículos eléctricos), figuran entre las principales. Por tal motivo, las proyecciones indican que la demanda global de litio se multiplicará por 40 durante las próximas dos décadas (Comisión Chilena del Cobre, 2021), por lo que contar con reservas y explotarlas puede significar ganancias millonarias; entre los años 2017 a 2023 el precio del litio aumentó desde los USD 10.000 a los USD 70.000 dólares por tonelada. En la actualidad Argentina (21,5%), Bolivia (23,7%) y Chile (11,1%) concentran el 60% de las reservas mundiales conocidas (PNUD, 2022), por lo tanto, el triángulo del litio tiene un alto valor geoestratégico. Si bien es posible hallarlo en otras regiones y países como Australia e incluso China, las reservas son de menor cuantía y calidad. No obstante, al año 2022 y aunque no lidera el ranking de yacimientos, el mayor productor de litio fue Australia (52%), seguido de Chile (25%), China (13%) Argentina (6%) y otros 4%). (US Geological Survey Mineral Commodity Summaries 2023 – Lithium Data Release).
En este contexto, surge la “opción china” como importante fuente de inversiones. Argentina y Bolivia concentran casi la mitad de las reservas triangulares, sin embargo, no cuentan con tecnologías apropiadas para su exploración, extracción y procesamiento industrial, motivo por el cual actores extra regionales como China, Estados Unidos, países de la Unión Europea , e incluso India, tratan de acceder a este recurso estratégico.
¿Qué rol juega China en este juego competitivo en el espacio geoeconómico suramericano?, En primer lugar, aun cuando ocupa el tercer puesto como productor mundial es líder mundial en refinación y el principal comprador de litio, clave para conservar su primacía como productor de autos eléctricos y baterías. Segundo, en su proceso de reconversión tecno-industrial, el “triángulo del litio” forma parte de una planificación estratégica que la impulsa a convertirse en líder mundial en segmentos de altas tecnologías (plan Made in China 2025) y para ello necesita contar con recurso estratégicos, gran parte de ellos ubicables en Cono Sur latinoamericano; esta compleja estrategia, requiere la coordinación entre empresas privadas, el gobierno chino, bancos y universidades para el logro de concesiones mineras y contratos de comercialización. Completan este cuadro de mutuo interés por parte de China y países suramericanos, los esperados aportes en capitales de inversión, tecnologías, créditos y capacitación. Un punto importante de los proyectos que China impulsa proviene de las demandas de gobiernos subnacionales como es el cuidado del medio ambiente (eco friendly projects) y el respeto por los intereses de las comunidades locales (pueblos originarios, campesinos, población local en general) en tanto los yacimientos se encuentran en lugares donde residen comunidades indígenas y en áreas de alta pobreza como el sur de Bolivia, norte de Chile y norte de Argentina. En este contexto, las inversiones en unidades de explotación pueden impulsar el desarrollo de regiones periféricas y atrasadas mediante subsidiarias inversiones en infraestructura (centrales eléctricas, redes de agua), transporte, puertos, escuelas, e institutos de capacitación para el personal.
Finalmente, cabe destacar que Chile es el segundo proveedor mundial de litio; el 90% de las exportaciones tiene Asia por destino siendo China el mercado que absorbe la mayor parte de dicho porcentaje. En Argentina, si bien participan Estados Unidos, Japón y Australia en su explotación y comercialización, firmas chinas son las más activas en la búsqueda de proyectos en diferentes provincias como Catamarca, La Rioja, Salta y Jujuy. En Bolivia, depositaria de las más grandes reservas mundiales controladas por el Estado, China firmó recientemente el primer convenio para la explotación del litio en las salinas bolivianas en un contexto de presiones externas e internas.
En todo este panorama una pregunta se impone: ¿el triángulo del litio podrá romper con la “maldición de las materas primas” en América Latina?. En teoría Bolivia y Argentina, tienen denominadores comunes: i) contar con una empresa estatal (nacional o provincial) responsable de extraer el litio y generar alianzas (joint ventures) con contrapartes estatales y/o privadas de China, Estados Unidos o potencias europeas, garantizar la transferencia de tecnología, capacitación de personal, la comercialización conjunta del recurso, considerar la protección del medio ambiente y, fundamentalmente, la participación local en la generación de valor mediante la producción local de insumos, y productos.