Serie Especial COVID-19. Columna sobre Política y Relaciones Internacionales, 1 de abril de 2021

Ecuador frente a China y Estados Unidos: Escenario pandémico y electoral

Por Fabricio Rodríguez

Los hogares ecuatorianos, como tantos en América Latina y el mundo, enfrentan duros momentos. La pandemia ha dejado claro que el COVID-19 no conoce trazos limítrofes, ni condición social, resaltando además el accionar público como factor clave en la formulación de respuestas efectivas y multi-escalares, es decir tanto en lo local y global como en lo nacional. No obstante, en un momento en que la acción multilateral es imperativa, Estados Unidos y China han entrado en un renovado período de tensión geopolítica, como lo dejara en claro la primera reunión entre el equipo del presidente Joe Biden y el equipo del presidente Xi Jinping. Las tensiones entre Estados Unidos y China son diversas. Sin embargo, la gestión multi-escalar de la crisis pandémica, es un tema urgente, que afecta a diversas capas de la población, ávidas por transitar hacia un esquema que permita recuperar la actividad social y productiva, aunque las secuelas psico-afectivas y psico-sociales del coronavirus sean difíciles o imposibles de reparar. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia solamente empezará a perder fuerza cuando por lo menos el 70% de la población mundial alcance la inmunidad (WHO 2020), incluyendo un estimado de 500 millones de personas en las Américas (Harrison 2021). Para lograr este efecto, según la OMS, las campañas de vacunación son la piedra angular y un enorme reto para países con capacidades limitadas de producción, compra y administración de vacunas.

El caso de Ecuador refleja tal situación. Habiendo intensificado esfuerzos a partir de febrero 2021, sigue siendo uno de los países latinoamericanos con el menor número de vacunas administradas por cada 100 habitantes, a pesar de tener un alto índice de contagio y muertes con y por coronavirus. Chile muestra el nivel de cobertura en vacunación más alto en la región, habiendo administrado 50 dosis por cada 100 habitantes hasta la fecha, lo que no libera al país de una ardua lucha por contener el avance del coronavirus. Le siguen Uruguay con 14 dosis por cada 100 habitantes, y luego Brasil, Panamá y Argentina con 8 dosis por cada 100 habitantes respectivamente (Zissis y Horwitz 2021). Con una población de 17 millones, Ecuador ha conseguido administrar solamente una dosis por cada 100 habitantes hasta la fecha. Como la mayoría de países no-industrializados, Ecuador necesita abastecer su sistema sanitario con vacunas importadas, habiendo logrado contratar el envío de 5 millones de dosis con AstraZeneca-Oxford (Gran Bretaña), 6 millones de dosis con Pfizer-BioNTech (Estados Unidos/Alemania), y 2 millones de dosis con Sinovac (China). Adicionalmente, Ecuador espera recibir 7 millones de vacunas a través de la facilidad COVAX (MSP 2021), una plataforma multilateral establecida por la OMS y la Unión Europea (UE) para corregir los desequilibrios globales en la capacidad de acceso a la vacuna (Berkley 2020, Harrison 2021).

Este escenario muestra que el gobierno de Ecuador, con Lenín Moreno a la cabeza, ha optado por la contratación de vacunas provenientes de países occidentales, mientras las vacunas que China pone a disposición (Sinovac y Sinopharm) han jugado un rol secundario. Otros países, como Chile, Perú, Argentina y República Dominicana han sido mucho más proactivos en incorporar medicamentos provenientes de China a sus programas de vacunación. Todos ellos cultivan estrechas relaciones diplomáticas y comerciales con Pekín, aunque también han contratado suministros adicionales de otros países (Zissis y Horwitz 2021). La limitada presencia de vacunas chinas en Ecuador coincide con la política internacional del gobierno de Lenín Moreno, quien ha trabajado en pro de un reacercamiento con Washington desde el inicio de su mandato. Esto ha llevado a su gobierno a pactar líneas crediticias con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para cubrir la enorme deuda que el Ecuador sostiene con China a cambio de exportaciones de petróleo, promoviendo adicionalmente la firma de acuerdos comerciales con Estados Unidos.

Para enfrentar la pandemia, el gobierno de Moreno ha recibido también asistencia técnica del Gobierno Federal de Alemania que se ha enfocado en apoyar el estudio y monitoreo del coronavirus en Ecuador, yendo mucho más allá de la simple provisión de mascarillas, vacunas o equipamiento médico. Sin embargo, el proceso de vacunación en Ecuador ha sido severamente entorpecido y deslegitimado por diferentes casos de corrupción al más alto nivel. El ministro de salud Juan Carlos Zevallos se vio forzado a renunciar a finales de febrero 2021, cuando se supo públicamente que algunos de sus familiares cercanos habían recibido vacunas en contra de los tiempos y reglamentos establecidos. Su sucesor, Rodolfo Farfán, también se vio forzado a renunciar pocas semanas después, cuando medios locales de comunicación reportaran una alarmante lista extra-oficial de “vacunación privilegiada” para gente aparentemente cercana a la cúpula de gobierno.

Este panorama hace de la gestión pandémica un importante aspecto en la pugna de poder a pocos días de la segunda vuelta electoral en el Ecuador. Los dos candidatos que compiten por la Presidencia —tras un problemático proceso de primera vuelta— prometen hacer las cosas mejor, ofreciendo orden, transparencia y efectividad en el proceso de vacunación. Frente a este escenario, muchos se preguntan si China jugará un rol más preponderante como proveedor de vacunas y tecnología médica para apoyar al nuevo gobierno ecuatoriano, o si Estados Unidos dará pasos más decididos para aprovechar estas circunstancias a su favor y recuperar un espacio de influencia para llegar al rescate en América del Sur. En Ecuador, tanto el candidato de la izquierda correísta, Andrés Arauz, como el candidato de la derecha conservadora, el banquero Guillermo Lasso, prometen tender puentes con China y Estados Unidos. Claro está que el nuevo gobierno ecuatoriano necesitará trazar una ruta de balance y cooperación entre estas dos potencias, empezando por sobrepasar la crisis pandémica de forma conjunta y transitando hacia las grandes preguntas que se vinculan a este mismo reto: ¿Cómo reactivar la matriz productiva para sobrepasar la dependencia de los combustibles fósiles en la era del cambio climático?, ¿Cómo dotar de apoyo y estímulo a los sectores sociales, laborales y manufactureros más golpeados por la crisis actual? y ¿Cómo concertar y legitimar de manera democrática una agenda país cuya implementación logre ser negociada en el plano internacional?.

Por tanto, los resultados del proceso electoral en marcha no solo serán decisivos para controlar la pandemia. El futuro de las relaciones triangulares (Solíz de Stange 2021) entre China, Ecuador y Estados Unidos, dependerá en buena medida de la estrategia del socio sudamericano. Esta pasará por fomentar la solvencia institucional para establecer círculos de cooperación con socios adicionales y requerirá, decisivamente, de una oposición plural, democrática, deliberante y vigilante. Sin embargo, para enfrentar la pandemia, el aparato estatal ecuatoriano se encuentra sumido en una posición de profunda dependencia fiscal frente a las importaciones petroleras del país asiático (Rodríguez 2020). Esta es una situación que no se puede resolver mediante la simple extensión de nuevas líneas crediticias y medidas de gabinete, como es el caso de la Corporación Financiera de Desarrollo de Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés), con quien el gobierno de Moreno pactara acuerdos a inicios de este año. Los mismos incluyen la privatización de distintos sectores económicos y la posibilidad de «liberar» parte de la deuda que el Ecuador sostiene con el país asiático, y que se encuentra «atada» a la exportación de petróleo que tanto China como Estados Unidos requieren en el mediano plazo.

Referencias:

Berkley, S. (2020): COVAX explained. GAVI. En: https://www.gavi.org/vaccineswork/covax-explained. (Consultado 29.02.2021).

Harrison, Chase (2021): ¿Qué es COVAX y qué significa para América Latina?. AS/COA. En: https://www.as-coa.org/articles/que-es-covax-y-que-significa-para-america-latina. (Consultado 20.03.2021).

Messieh, N. (2021): COVID-19 vaccine tracker: Latin America and the Caribbean. In Atlantic Council, 3/29/2021. En: https://www.atlanticcouncil.org/in-depth-research-reports/covid-19-vaccine-tracker-latin-america-and-the-caribbean/. (Consultado 10.02.2021).

MSP (2021): 2 millones de vacunas del laboratorio Sinovac llegarán a Ecuador entre marzo y abril de 2021. En: https://www.salud.gob.ec/2-millones-de-vacunas-del-laboratorio-sinovac-llegaran-a-ecuador-entre-marzo-y-abril-de-2021/ (Consultado 09.02.2021).

Rodríguez, F. (2020): ¿Pandemia, petróleo y deuda?: El concatenamiento China-Ecuador en el escenario post COVID-19. Working Paper Series (WPS), REDCAEM, Revista N°16, mayo. Eje Economía, Comercio e Inversión. Serie Especial COVID-19. Red China y América Latina: Enfoques Multidisciplinarios (REDCAEM). En: http://chinayamericalatina.com/wp-content/uploads/2020/08/WP16-May-2020-REDCAEM.pdf (Consultado 29.02.2021).

Solíz de Stange, A. (2021): Triangular Relations: China, Latin America, and the United States. In Nele Noesselt (Ed.): China’s Interactions with Latin America and the Caribbean. Conquering the US’s Strategic Backyard?: Tectum (East Asian Politics – Regional and Global Dynamics), pp. 63–83.

WHO (2020): Episode #1 – Herd immunity. Science Conversation. En: https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/media-resources/science-in-5/episode-1. (Consultado 19.02.2021).

Zissis, C. ; Horwitz, L. (2021): Timeline: Tracking Latin America’s Road to Vaccination. AS/COA. En: https://www.as-coa.org/articles/timeline-tracking-latin-americas-road-vaccination. (Consultado 19.02.2021).

 

Fabricio Rodríguez es Investigador de la Universidad Friedrich Schiller de Jena e Investigador asociado del Arnold Bergstraesser Institut (ABI) de la Universidad de Freiburg en Alemania. Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad de Freiburg.