Columna sobre Educación y Cooperación. 15 de Julio de 2025
Cooperación tecnológica entre China y Ecuador: Reflexiones sobre fotovoltaica y medioambiente
Por Jorge Maldonado Correa & Jian Tianyue
La creciente preocupación por el calentamiento global y la urgente necesidad de adoptar fuentes de energía sostenibles han consolidado a la energía solar fotovoltaica como un pilar estratégico en la transición energética global. En este panorama, China se erige como un actor clave en la descarbonización de su matriz energética, y al mismo tiempo, como un socio potencialmente transformador para los países en desarrollo.
De acuerdo con el informe más reciente de SolarPower Europe, en 2024 se instalaron 597 GW de nueva capacidad fotovoltaica a nivel mundial, de los cuales China aportó 329 GW, es decir, más de la mitad del total global. Según proyecciones de TrendForce, para finales de 2025, China sumará otros 265 GW, consolidando su liderazgo en la generación solar a gran escala. Al cierre de 2024, el país contaba con una capacidad acumulada de 886,66 GW, lo que representa un crecimiento interanual del 45,48 %. Esta expansión sostenida se alinea con el ambicioso objetivo del XIV Plan Quinquenal de alcanzar 1 TW de capacidad instalada para 2030.
Además, durante 2024, las exportaciones chinas de componentes para sistemas fotovoltaicos superaron los 200 mil millones de yuanes por cuarto año consecutivo. Paralelamente, China ha cooperado con más de 100 países en proyectos de energías renovables, facilitando el aprovechamiento de recursos solares en naciones en desarrollo como Pakistán y Etiopía.
El Plan de Desarrollo de Energías Renovables de China impulsa una estrategia denominada “fotovoltaica +”, que busca integrar esta fuente energética con sectores clave como la agricultura (agrovoltaica), la acuicultura (acuavoltaica), las tecnologías de la información, la movilidad eléctrica y la infraestructura de transporte, incluyendo estaciones de carga y corredores solares en autopistas y vías ferroviarias.
El crecimiento exponencial del sector fotovoltaico chino es resultado de una visión estatal de largo plazo, incentivos inteligentemente diseñados, una robusta inversión en investigación aplicada y, no menos importante, una política exterior orientada hacia la cooperación tecnológica internacional.
En este marco de colaboración estratégica, entre el 16 y el 19 de mayo de 2025 se llevó a cabo el Seminario de Fotovoltaica Respetuosa con el Medioambiente, dirigido a funcionarios ecuatorianos del sector energético. Más allá de su dimensión técnica, este evento reflejó una apuesta clara por la diplomacia científica y la transferencia de conocimientos como herramientas para fortalecer los lazos entre China y América Latina. El seminario se realizó en la ciudad costera de Qingdao, reconocida por su dinamismo tecnológico y por ser sede de importantes cumbres internacionales. La agenda combinó conferencias académicas sobre tendencias en energía solar con visitas técnicas a instalaciones de vanguardia. En las ciudades de Lanzhou y Dunhuang (provincia de Gansu), los participantes visitaron el Instituto de Investigación de Recursos Naturales, una central termosolar de torre con almacenamiento en sales fundidas de 100 MW y un sistema Fresnel lineal de 50 MW, ambos casos ejemplares de innovación en energía renovable. Este acercamiento inmersivo permitió a los asistentes conocer de primera mano toda la cadena de valor de la industria fotovoltaica, desde la investigación y el desarrollo tecnológico hasta la implementación y operación de plantas a gran escala.
Durante su reciente visita oficial a China, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa sostuvo un encuentro con su homólogo Xi Jinping, donde se destacó la importancia de atraer inversión extranjera en sectores estratégicos, especialmente el energético. Asimismo, se subrayó la necesidad de ampliar las oportunidades de formación para jóvenes ecuatorianos en China, en un contexto en el que Ecuador enfrenta el desafío de transformar su matriz energética y fortalecer su capacidad institucional y técnica.
En este sentido, el seminario representó una valiosa oportunidad para consolidar un diálogo técnico y abrir caminos hacia una cooperación más profunda. Cada funcionario capacitado se convierte en un agente de cambio, capaz de diseminar buenas prácticas, liderar proyectos con fundamento técnico y promover políticas públicas orientadas al desarrollo energético sostenible. Uno de los mayores aportes de esta experiencia fue el intercambio directo con expertos, la discusión de casos reales y la posibilidad de establecer vínculos que pueden convertirse en futuras alianzas de cooperación tecnológica entre Ecuador y China.
Como participante de la delegación ecuatoriana, destaco el valor que representa para Ecuador acceder a este tipo de espacios de formación e intercambio impulsado por el Ministerio de Comercio de la República Popular de China y el Instituto Profesional de Comercio Exterior de Shandong. La posibilidad de dialogar con expertos, conocer casos concretos y vislumbrar caminos posibles hacia una transformación energética sostenible fue enriquecedor. Este seminario no solo reflejó la voluntad de China de compartir su experiencia, sino también la oportunidad que tiene Ecuador de fortalecer sus capacidades y establecer lazos de cooperación más profundos.