Columna sobre Historia y Relaciones Culturales. 1° de julio de 2023
Aportes desde la Antropología: Percepciones desde el campo académico, político y empresarial chileno sobre China
Por Joaquín Sáez
Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Chile y la República Popular China (en adelante China para hablar de la relación post 1949) se cumplieron 50 años, y se han hecho múltiples reflexiones sobre su importancia y cómo se siguen desarrollando estas relaciones. El caso de este vínculo bilateral resulta muy particular, pues fue construido a base de una serie de reconocimientos diplomáticos mutuos que derivaron en el acento positivo de esta relación, y que luego dieron paso a una forma en la que Chile entiende su vínculo con China a partir de una narrativa específica, que sostiene el carácter de una posición privilegiada para relacionarse con China.
Sin embargo, se ha hecho más evidente un punto de inflexión en esta relación, el cual es que, a pesar de llevar muchos años, no se ha cuestionado lo suficiente sobre cómo la cultura ha influido o puede seguir influyendo para que la relación siga desarrollándose positivamente. Para responder a este cuestionamiento pensé como necesario partir comprendiendo ¿qué es lo que ha caracterizado este fenómeno?, ¿quiénes son sus participantes? y ¿qué desafíos pueden existir a futuro en esta relación desde la visión de sus involucrados?, incorporando mi visión como observador de segundo orden. Dentro del sistema internacional las relaciones entre países se van transformando a medida que ocurren distintos eventos que las condicionan, esto no es una excepción para las relaciones entre Chile y China. Esta relación, presenta aspectos interesantes de estudiar, particularmente ¿cómo se ha generado una cultura de confianza entre chinos y chilenos? en un ámbito específico de personas que cuentan con el capital social para ser protagonistas, pero también ¿cómo se reconoce a la cultura del otro? y se asimila en la propia a través de distintos mecanismos de inserción y transmisión.
Una pregunta clave es ¿cómo se puede aportar desde la Antropología al análisis y comprensión de estas relaciones?, en mi tesis de Antropología Social (1) denominada “Aproximación antropológica a las relaciones desarrolladas en entornos académicos, políticos y empresariales chilenos con China: percepciones, proyecciones y evaluaciones”, el objetivo era recoger las percepciones de los protagonistas de la relación entre Chile y China durante los últimos 50 años, considerando sus diferencias generacionales, sus áreas profesionales y su incidencia en estos procesos y la red a la que pertenecen, la cual denominé “Mundo de los que crean con China”. En el capítulo 1 presenté la relación entre antropología y relaciones internacionales, señalando sus contextos de aplicación y problematizando su rol para entender contextos coloniales, las teorías de las Relaciones Internacionales con las que se puede relacionar su uso en servicios de inteligencia (como antropología operativa) y el rol de la diplomacia con enfoque cultural.
Luego en el capítulo 2 expuse los antecedentes que caracterizan las relaciones Chile-China en tres periodos: “Los primeros contactos (1850-1930)”, donde se habla de importantes figuras de la historia chilena como Patricio Lynch, Quintín Quintana, entre otros. Se destaca en estos primeros contactos formales el reconocimiento que se le daba a las relaciones sino-chilenas y como esto fue desarrollando un imaginario cultural. En el segundo periodo “La época de los artistas e intelectuales: creando diplomacia (1950-1970)” se examina cómo los precedentes de la relación diplomática formal se encuentran en los contactos de destacados intelectuales y artistas chilenos que viajaron y vivieron en China de primera fuente, encontrando en ella un espacio para estimular sus reflexiones, y por último, el periodo de “Relaciones diplomáticas formales (1970-2022)” se enfoca en cómo se aprovecharon los mecanismos formales de relacionamiento para construir una narrativa que ha permitido el desarrollo de esta relación con el impulso de un Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2006 y una serie de iniciativas políticas, culturales y en especial económicas. En el capítulo 3 abordé el marco teórico que se utilizó para entender este fenómeno desde la Antropología Aplicada, la Cross Cultural Communication, los estudios organizacionales y la Business Anthropology.
Durante el capítulo 4 por medio del marco metodológico señalé de qué forma trabajé con los informantes claves, comprendiendo la diversidad de ellos, pero a la vez armando un mapa de relaciones que permitió comprender porque a pesar de sus diferentes objetivos, el mundo académico, político y empresarial está constantemente relacionándose y apoyándose para la concreción de estos. Además, se identifica en los entrevistados una interesante forma de abordar la relación dependiendo de su clasificación generacional (entre la década de los 70` y 90`, desde los 90` hasta el 2010, y por último quienes se han sumado en los últimos 10 años) lo que permitió entender el cambio de percepción dependiendo del momento en que los entrevistados se han hecho parte de estas relaciones. En el capítulo 5 construí categorías de análisis basadas en los temas que los entrevistados señalan como importantes con una base de revisión previa usando bibliografía sobre la relación Chile-China. También se utilizan textos antropológicos que problematizan el fenómeno. Este capítulo es el más importante y extenso, se encuentra dividido en 12 subcapítulos con un relato construido sobre la base de los testimonios de 35 entrevistados, que responden a las siguientes preguntas: i) ¿Cómo se acercan los entrevistados a China?, ii) ¿Qué han hecho por esta relación?, iii) ¿Cómo han aprendido sobre comunicación intercultural con China?, iv) ¿Qué rol han tenido las organizaciones en esta relación? y; v) ¿Cómo esperan que se sigan desarrollando a futuro las relaciones?. Todo esto se trabaja incorporando debates teóricos a través de conceptos como el capital social, campo social, estructuras organizacionales, sistema/entorno, decisiones sistémicas, habitus y guanxi.
A lo largo del capítulo 6 presento una reflexión acerca de la información obtenida, señalando los aspectos principales sobre cómo interpretar los resultados del análisis a la información brindada por los entrevistados. Además, examino una serie de hallazgos sobre el proceso, y una caracterización sintetizada del ethos cultural del grupo estudiado, tales como:
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trabajar con China requiere habilidades de Cross-Cultural Communication que todos los entrevistados reconocen, a pesar de que no todos saben lo que es, han aprendido de la práctica;
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las personas que se relaciona con contrapartes chinas son receptivas a asimilar códigos culturales chinos y los tienen muy reconocidos a nivel general, pero también saben que ciertos patrones culturales se escapan a las generalizaciones, por lo tanto, hay que ser siempre receptivo;
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ha existido una comunicación intergeneracional que ha servido para incorporar personas a la red de comunicaciones con China, denominada por el investigador en este estudio como “el mundo de los que crean con China”. Lo cual ha servido para mantener dinámicas organizacionales y de capital social específicas con China;
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hay interrelación entre los ámbitos académico, político y empresarial que implica comunicación entre sistemas, lo que ha servido para afianzar relaciones diversificadas;
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dado que existe interrelación, también existe especialización y diferenciación, confianza y decisiones que afectan en lo organizacional y lo sistémico, lo que se explica con los autores (Arnold, Bourdieu, Rodríguez, Luhmann, Labarca, Hofstede, Bórquez, López, etc.) y conceptos (guanxi, habitus, campo, dimensiones culturales, capital social, sistema/entorno, etc.) que se eligieron para el estudio;
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se ahonda en la comprensión de cultura en un contexto de relaciones de personas de distintos países y una creación de la cultura particular de quienes son parte de esta relación;
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finalmente la proyección del capital de los líderes de opinión en las organizaciones para seguir suscitando relaciones con China y perfilar como la antropología brinda una reflexión y proyección a lo que se ha hecho y lo que se hará con China, considerando todos los años de relación y el dinamismo propia de la cultura.
En el capítulo final expuse las conclusiones que señalan la existencia de una red de facto compuesta por profesionales chilenos que se relacionan con contrapartes chinas. Esta red coordina sus comunicaciones en búsqueda de mayor comprensión intercultural desde sus experticias por área. La contribución de este trabajo en su totalidad fue demostrar que un antropólogo puede dedicarse a trabajar en el campo de las relaciones internacionales, que los aspectos culturales se encuentran siempre presentes y que van más allá de la cultura como producto, sino que están desde ¿cómo una organización con enfoque internacional define sus operaciones? hasta el ¿cómo se han transformado las relaciones diplomáticas desde el aprendizaje cultural entre países?. También se enfatiza en que obviar la cultura solo significa una constante en que esta resurja y se haga aún más vigente, para explicar los mecanismos de la comunicación entre culturas distintas, la Cross Cultural Communication. El objetivo de poder hacer antropología desde las relaciones diplomáticas, académicas, empresariales fue la contribución de esta investigación, focalizada en el caso de las relaciones Chile-China.
Nota:
(1) Columna basada en la Tesis de Antropología Social (2023) Aproximación antropológica a las relaciones desarrolladas en entornos académicos, políticos y empresariales chilenos con China: percepciones, proyecciones y evaluaciones. Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Sociales.