Columna sobre Historia y Relaciones Culturales, 15 de julio de 2019
Diplomacia cultural de China en América Latina: dimensiones y alcances
Por Pamela Aróstica
Desde comienzos del nuevo siglo fue tomando relevancia la política de China de proyectar su cultura a nivel internacional, y paulatinamente la diplomacia cultural se fue constituyendo en uno de los principales instrumentos del soft power a partir del gobierno del Presidente Hu Jintao. En base a Said Saddiki, a partir de entonces se fueron desarrollando programas cuyo objetivo era informar o influir en la opinión pública de otros países, por medio de publicaciones, radio, televisión, turismo, deporte, promoción del idioma e intercambios culturales.
Para el despliegue de los ejes estrategicos de la diplomacia cultural de China en la implementación de su influencia cultural, han sido claves los Institutos Confucio, el primero se fundó en Seúl el 2004 y en una década alcanzo la cifra de 100 millones de estudiantes de mandarín como lengua extranjera en todo el mundo. En el caso de América Latina su crecimiento ha sido exponencial, el primero se fundó en México el año 2006, y al 2014 eran 25 Institutos Confucio y 10 Aulas Confucio, desplegados en 12 países latinoamericanos establecidos en: Perú con 5, México con 4, Brasil con 3, Colombia con 2, Chile con 2, Argentina con 2, Cuba con 1 y Costa Rica con 1. (Hanban, 2015). Por otra parte los medios de comunicación del gobierno chino, también cumplen un rol gravitante para los objetivos de su diplomacia cultural como parte del soft power. Destacando el canal de televisión CCTV 9, con servicios informativos en español y también la agencia de noticias Xinhua y People’s Daily, cuyas centrales para América Latina se encuentran en la Ciudad de México.
Considerando la ampliación de la influencia mediática china en América Latina, y de acuerdo al informe del Center for International Media Assistance (CIMA, 2010), se puede establecer que las principales herramientas utilizadas por China para influir en los medios de comunicación latinoamericanos son: a) la colaboración en el financiamiento y lanzamiento de satélites de comunicación, que proporcionan a los países beneficiarios mayor capacidad, y a su vez, amplían la influencia de los medios chinos en América Latina, b) la subvención a periodistas latinoamericanos para viajes a China a objeto de que asistan a conferencias sobre medios de comunicación, c) la apertura de Institutos Confucio en toda la región, y d) las visitas de altos funcionarios chinos, que buscan promover el apoyo al trabajo conjunto en el ámbito de los medios de comunicación.
Por lo tanto el rol de los medios de comunicación es gravitante en la formación de las percepciones sobre China en la opinión pública de los países de América Latina. Pero ¿cuáles son las fuentes de las percepciones de los latinoamericanos sobre China?, en base al autor Haro Navejas quien aborda el caso de México, como fuente primigenia son los propios chinos, desde la población hasta las diferentes instancias gubernamentales, los textos académicos y los medios de comunicación. Y también se suma como fuente relevante la influencia de las crecientes comunidades chinas residentes en la región. En este contexto, el despligeue de la diplomacia cultural se enmarca dentro de una planificada estrategia por parte de China, de cimentar percepciones positivas en los países latinoamericanos, por medio del aprendizaje del idioma, la difusión cultural y los medios de comunicación, direccionada a la imagen positiva que desean proyectar como “amigos en la confianza mutua”.
Finalmente sobre las proyecciones de la diplomacia cultural, en sus dimensiones principales: se seguirá ampliando el establecimiento de nuevos Institutos Confucio y el aprendizaje del idioma en la región, se acentuará la difusión cultural, y un punto clave es que se fortalecerá la influencia e intercambio con los medios de comunicación locales. En este sentido, un hito que marcará la pauta hacia el futuro, fue la «Cumbre de líderes de medios de comunicación de China y América Latina y el Caribe» que se desarrolló el 22 y 23 de noviembre de 2016 en la CEPAL. En su inauguración el Presidente Xi Jinping, reafirmó la necesidad de una asociación estratégica integral de su país con la región para fomentar el desarrollo y entregó una propuesta en tres áreas específicas a objeto de fomentar el intercambio entre los medios (CEPAL, 2016): 1) apoyo mutuo para potenciar juntos su influencia en ambas regiones, dejando en claro sus posiciones en temas trascendentales como la paz, el desarrollo y la defensa de los intereses comunes de los países en desarrollo; 2) consolidar la confianza para contribuir a nuevos avances y explicar las ventajas complementarias de ambos lados, así como promover modelos de cooperación con espíritu innovador, y 3) fomentar el intercambio mutuo entre los medios de comunicación, propuesta que incluyó una invitación para que más medios de América Latina y el Caribe abran sucursales en China y a que un mayor número de periodistas cursen estudios en el país asiático.
Sobre este último punto e impulsando una diplomacia cultural proactiva, el Presidente Xi Jinping propuso formar en los próximos cinco años en China, a 500 profesionales de medios de comunicación de países latinoamericanos y caribeños “en aras de la prosperidad conjunta del sector de los medios de ambas partes”, por tanto será relevante hacer un balance sobre esta iniciativa y sus efectos durante la próxima década, y también sobre las capacidades diferenciadas de los propios países latinoamericanos de poder impulsar su diplomacia cultural en China para potenciar el conocimiento reciproco.
Pamela Aróstica es Directora de la Red China y América Latina: Enfoques Multidisciplinarios (REDCAEM).