Keywords to Understand China:  The Palace Museum & Dunhuang

 

Reseña por Caterina Paiva 裴瑞灵, Candidata a Doctora en Historia y Teoría del Arte por la Universidad de Pekín. Máster en Filosofía por la Universidad de Fudan y Máster en Antropología Social y Cultural por la Universidad Normal del Este de China. Gestora de proyectos en antropología y etnografía para la Comunidad Intermunicipal Viseu Dão Lafões de Portugal, Directora de Comunicación y Editorial de Observa China 观中国, e integrante de REDCAEM. 27.10.2025.
  • Título de los libros:
  1. Keywords to Understand China:  The Palace Museum. Book Series: Cultural Artifacts and Heritage. «中国关键词:故宫». 书系列: 文物与文化遗产篇
  2. Keywords to Understand China: Dunhuang. Book Series: Cultural Artifacts and Heritage. «中国关键词:敦煌». 书系列: 文物与文化遗产篇
  • Autores: Grupo de Comunicaciones Internacionales de China (中国外文出版发行事业局), Academia de Estudios de China y el Mundo (当代中国与世界研究院), Academia China de Traducción (中国翻译研究院), The Palace Museum 故宫博物院, Dunhuang Academy 敦煌研究院.
  • Editorial: Blossom Press(朝华出版社)
  • Año de edición: 2025 
  • Número de páginas: 251  |  276
  • Precio: 98 元  |  108
  • Disponible en: http://zhcb.cicg.org.cn/
  • ISBN: 978-7-5054-5623-5  |  978-7-5054-5492-7
La colección Palabras Clave de China (China Keywords) nace como un esfuerzo institucional por presentar conceptos esenciales de la historia, la cultura y la sociedad chinas a un público internacional mediante traducciones accesibles y contextualizadas. Dos de sus volúmenes más recientes, dedicados a Dunhuang 敦煌 y al Palacio Imperial 故宫 (Palace Museum), se inscriben en la serie Artefactos y Patrimonio Cultural (Cultural Artifacts and Heritage) y revelan, en paralelo, dos polos fundamentales de la civilización china: el enclave multicultural de la Ruta de la Seda y el centro político y ritual de la China imperial. Ambos libros, publicados en edición bilingüe chino-inglés, buscan, a través de palabras clave, no solo compilar datos históricos, sino construir narrativas culturales capaces de circular a escala global. Cada volumen adopta una organización sistemática que privilegia un formato enciclopédico y accesible.
El volumen dedicado a Dunhuang 敦煌, con 80 palabras clave, destaca la ciudad como “patrimonio de la humanidad” y “corazón de la Ruta de la Seda”. Al enfatizar sitios como las Cuevas de Mogao 莫高窟 o la célebre Cueva 17 敦煌藏经洞 (conocida como la Biblioteca de Dunhuang), el libro muestra cómo la materialidad del arte mural, los manuscritos y los objetos testimonia más de 1.600 años de interacciones transculturales. La narrativa presenta a Dunhuang como un archivo vivo, simultáneamente chino y universal: las reliquias conservan tanto la huella de religiones —budismo, nestorianismo, maniqueísmo— como la presencia de múltiples pueblos.
Uno de los méritos del volumen es la inclusión de episodios y figuras históricas, como el monje Zhu Fahu 竺法护 o el sinólogo francés Paul Pelliot, que permiten comprender Dunhuang no solo como un lugar, sino como un proceso histórico. También se destaca el papel contemporáneo de la Academia de Investigación de Dunhuang, institución que simboliza la continuidad de la protección patrimonial y la modernización de las prácticas de conservación.
En el caso del Palacio Imperial 故宫, su volumen —con 70 palabras clave— se centra en la monumentalidad arquitectónica de la Ciudad Prohibida y en la riqueza de su acervo, que supera los 1,86 millones de piezas. El libro evidencia las dos dimensiones complementarias del museo: como espacio físico, constituye el mayor complejo palaciego preservado del mundo, testimonio de la ingeniería y la estética arquitectónica de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911); como institución moderna, fundada en 1925, actúa como museo nacional, archivo histórico y protagonista de la diplomacia cultural contemporánea.
Entre las entradas destacan las dedicadas a objetos emblemáticos, como la pintura A lo largo del río durante el Festival Qingming 清明上河图, las Copas de pollo de porcelana doucai de la dinastía Chenghua 明成化斗彩鸡缸杯 o la porcelana del horno Ru 汝瓷, cada una concebida como una microhistoria de la civilización china. El énfasis no recae únicamente en la acumulación de piezas, sino también en el trabajo actual de protección, digitalización, exposiciones itinerantes y colaboración con otras instituciones internacionales, del Louvre a Versalles. Así, el volumen proyecta al Palacio Imperial como una “ventana de China hacia el mundo”, metáfora recurrente que asocia el patrimonio a un instrumento de soft power.
Ambos libros comparten una clara vocación pedagógica: transformar conceptos potencialmente técnicos o de difícil acceso en “palabras clave” que faciliten la lectura global. La traducción al inglés, cuidadosa y con notas de adaptación idiomática, refleja la intención de hacer que el discurso cultural chino resulte comprensible sin pérdida de profundidad. El uso de ilustraciones y la organización temática favorecen tanto al lector especializado como al público general interesado en la historia cultural.
Otro de sus puntos fuertes es la valorización de la herencia material como vehículo de diálogo intercivilizacional. Tanto Dunhuang, en el contexto de la Ruta de la Seda, como el Palacio Imperial, en el marco de la diplomacia contemporánea, se presentan como espacios donde China se conecta con el mundo.
No obstante, las obras también presentan ciertas limitaciones. El carácter enciclopédico e institucional de los textos restringe, en ocasiones, la problematización crítica y la inclusión de perspectivas no estatales. Cuestiones sensibles —como la dispersión internacional de los manuscritos de Dunhuang o las tensiones en torno a la repatriación de objetos— aparecen solo de manera alusiva. Asimismo, la narrativa tiende a reforzar la idea de continuidad cultural sin explorar plenamente las rupturas, destrucciones o apropiaciones externas que marcaron la larga historia de China.
La selección de voces, aunque amplia, es necesariamente parcial: algunos temas que permitirían una lectura más plural y transnacional quedan fuera. La propia serie, sin embargo, reconoce estas limitaciones, atribuyéndolas a restricciones de tiempo y espacio.
Leídos en conjunto, los dos volúmenes revelan la amplitud y la diversidad de la herencia cultural china desde dos perspectivas complementarias: la periferia abierta al mundo y el centro imperial. Ambos construyen una narrativa de larga duración de la civilización china, marcada por su capacidad para integrar, preservar y reconfigurar patrimonios.
Más que simples manuales de historia, son instrumentos de comunicación cultural que buscan presentar a China como un participante activo en el diálogo intercivilizacional, desde el pasado hasta la contemporaneidad. Para el lector extranjero, constituyen una puerta de entrada accesible, informada y visualmente atractiva; para el lector chino, refuerzan la conciencia patrimonial y la confianza cultural. En ambos casos, consolidan la marca editorial China Keywords como un proyecto de comunicación cultural del Estado chino.