The Migration of Chinese Women to Mexico City

 

Reseña por Amelia Sáiz López (PhD), Profesora de Estudios de Asia Oriental en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y coordinadora del eje de Género de REDCAEM. 25.01.2023.

 

The Migration of Chinese Women to Mexico City es un libro que analiza las estrategias y experiencias de mujeres chinas en los mercados populares de la capital mexicana. Tepito, es el mercado popular más grande de Ciudad de México, y otros enclaves similares son espacios comerciales de oportunidades para la población más vulnerable y marginal debido a sus mecanismos de autorregulación. El grupo de mujeres chinas que desarrolla su actividad económica en estos lugares no es homogéneo; existen diferencias de origen territorial, social, cultural y económico además del momento vital en el que emprenden la migración. Dentro del repertorio de motivaciones para la movilidad aparece el deseo de mayor realización personal en las mujeres con estudios universitarios y trabajos bien remunerados en China; quienes consideran que sus presupuestos familiares se han mermado en el contexto del crecimiento económico chino y buscan mejores oportunidades para su familia en el exterior; para quienes la migración es su única opción de supervivencia; y las que llegaron a México por reunificación familiar. Los cuatro perfiles reflejan las grandes diferencias de clase como resultado de la creciente desigualdad social en la China del siglo XXI. Sin embargo, Ximena Alba Villaleber considera que es la variable de género la que aglutina la desigualdad experimentada en China -superior a la de sus compatriotas varones- por la implementación de medidas económicas neoliberales, pues conforme el país ha crecido económicamente, se han deteriorado y disminuido sus mejores opciones laborales.
El objetivo de la autora, por tanto, es visibilizar la contribución social, económica y cultural de las mujeres chinas a través de distintas formas de agencia y de acceso a fortalecer su posición familiar y social. Sus acciones impactan en el marco global igual que los procesos económicos globales tienen consecuencias sobre ellas. Los espacios donde eso sucede son especialmente tres: los mercados populares, la actividad comercial internacional y la familia. Y se articulan en torno a las dinámicas sociales y construcciones simbólicas que producen lo que la autora denomina espacios alternativos de globalización, es decir, diversos lugares de interacción que se desarrollan más allá de los procesos económicos y financieros hegemónicos, o circuitos alternativos de supervivencia -como los denomina Saskia Sassen-, que ubican a las mujeres como agentes económicas de la globalización.
Una vez situadas las protagonistas, los contextos de interacción local/global del análisis, y el marco teórico, la autora repasa los estudios sobre la migración internacional china, con especial relevancia en las Américas y sobre todo en México, mostrando el escaso protagonismo femenino en los mismos, a pesar de la creciente feminización de la migración internacional. Por ello resulta particularmente interesante, y singular, la presencia de mujeres chinas en los mercados populares, una inserción económica que no es habitual en otros destinos de la diáspora china.
Así, a partir de la lectura del libro, y de la mano de la autora, descubrimos las interacciones que las mujeres mantienen en los mercados populares y, pese a las diferencias de poder económico y político de sus integrantes, la desigualdad se neutraliza por la propia lógica del espacio comercial, donde todas las agentes comerciales contribuyen a su funcionamiento (capítulos 2 y 3), aunque no elimina ni la discriminación étnica ni de género, ni por nacionalidad, triple opresión en el caso de las mujeres chinas que se combate desde la resiliencia por imperativo global. Y esto es posible por la capacidad de las mujeres para crear relaciones personales y comerciales de confianza, un capital social que les permite erigirse en importadoras, distribuidoras y vendedoras de productos “made in China” provenientes del gran mercado de Yiwu (provincia de Zhejiang) a vendedores mexicanos, integrando las prácticas culturales mexicanas -comadrazgo- y chinas –guanxi– de sus redes sociales, para incrementar las posibilidades de solidaridad y expansión.
Este proceso genera una identidad que trasciende la etnia y la cultura y las identifica con el mercado y la actividad comercial construyendo nuevas formas de relación entre las personas de origen chino y las mexicanas (capítulos 4 y 5). La conclusión de la autora es que la migración facilita a estas mujeres instrumentos para superar la discriminación que por razones de género sufren en la familia, la sociedad y la cultura china, y al asumir el rol de proveedoras de sus familias, se evidencia el cambio de las estructuras familiares, incluido su rol de madres, pues, aunque parezca paradójico, cuanto antes consolidan su situación económica, antes pueden, también, dedicarse al cuidado y educación de su prole.
Las dinámicas que permiten a estas mujeres reforzar sus posiciones inicialmente vulnerables en los mercados populares son producto de las interacciones sociales y las configuraciones espaciales porque, al decir de la autora, solo asumiendo la transnacionalidad de sus actividades económicas y familiares se puede comprender y valorar en todo su alcance los espacios sociales por ellas conformados. En estos espacios los cambios se explican a partir de la relación dinámica entre “actores, espacios y lugares”. Y aquí las mujeres chinas han sido “agentes de cambio y conectoras”, no solo de sus propias vidas sino también en los espacios alternativos de globalización (capítulo 6).
Este excelente trabajo, con una redacción precisa que facilita la lectura, constituye una gran aportación a los estudios de migración en general y a la migración china en particular, ofreciendo un retrato, muy favorecedor, de las mujeres chinas de los mercados populares de Ciudad de México. Sin embargo, y a pesar de que esta reseña se ha decantado por seguir el protagonismo femenino, el libro también ejemplifica el gran valor de la etnografía, incluso en situaciones tan desfavorables como las que describe la autora en uno de los anexos del libro, para ilustrar los procesos de globalización desde abajo – grassroot– que combatiendo la vulnerabilidad neoliberal construyendo vías alternativas.