Serie Especial COVID-19. Columna sobre Género. 1° de junio de 2021

China, COVID-19 y mujeres en Brasil

Por Angelita Matos Souza

A nivel internacional la situación en Brasil es bastante compleja, el encuentro de la crisis económica con la crisis pandémica, se ha traducido en una profunda crisis política y social. El gobierno del Presidente Bolsonaro, en el poder desde enero de 2019, aumenta la crisis con manifestaciones antidemocráticas y, desde el inicio, el presidente niega la gravedad de la pandemia, avala tratamientos preventivos sin eficacia probada, desalienta el uso de mascarillas y desafía cotidianamente el aislamiento social, políticas implementadas en los estados.

En este momento (20 de mayo de 2021), se realiza una Comisión de Investigación Parlamentaria (COVID CPI) en el Senado brasileño con el fin de investigar la responsabilidad del gobierno de Bolsonaro por la cifra de muertos: más de 440 mil muertos y poco más de la mitad solo en 2021. El CPI ya confirmó que el gobierno brasileño ignoró las ofertas de vacuna de Pfizer-BioNTech, cuyas primeras dosis se habrían entregado en diciembre de 2020. La situación no es peor porque el gobernador del estado de São Paulo, João Dória, hoy oponente del gobierno de Bolsonaro, impulsó una alianza entre la empresa china Sinovac Biotech y el Instituto Butantan de São Paulo, alianza que permitió el inicio de la vacunación en el país con Coronavac (alrededor del 70% de las vacunas aplicadas en Brasil). Este hecho obligó al gobierno federal a buscar vacunas en el mercado internacional y la vacunación ha avanzado, sin embargo a un ritmo lento y la crisis socioeconómica se agudiza, con la expansión del desempleo y la pobreza.

Los más afectados, por supuesto, son las mujeres y la población negra en general. Según la Encuesta Nacional Continua por Muestra de Hogares (PNAD Contínua), del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), referida al cuarto trimestre de 2020, la tasa de desempleo fue de 13,9% y más de la mitad eran mujeres, con una tasa de desempleo superior a la de los hombres en un 37,8% (mujeres = 16,4%; hombres = 11,9%). Cabe recordar que las tareas relacionadas con el “cuidado familiar”, especialmente en los países periféricos, son realizadas por mujeres. Con el cierre de escuelas y guarderías, debido a la pandemia, las dificultades de las mujeres brasileñas para reingresar al mercado laboral son mayores. La encuesta también revela que seis de cada diez desempleados (60,0%) se declararon negros o morenos, el universo encuestado corresponde a la cantidad de 100,3 millones de personas consideradas económicamente activas, que trabajan o intentan trabajar.

Algunas cifras sobre el trabajo doméstico, que emplea mayoritariamente a mujeres (más del 90%) y mujeres negras (más del 60%) muestran la tragedia. Al comparar los datos de PNAD Contínua, entre el cuarto trimestre de 2019 y el cuarto trimestre de 2020, los empleos domésticos disminuyeron de 6,4 millones a 4,9 millones. Ciertamente, las cifras también reflejan el desempleo en las clases medias, que, en Brasil, pueden adoptar un estilo de vida cómodo utilizando trabajo doméstico barato. A su vez, el desempleo entre las trabajadoras del hogar siempre implica un aumento de la pobreza, de hecho, una investigación de la Fundación Getúlio Vargas estima que el número de pobres en Brasil saltó de 9,5 millones en agosto de 2020 a más de 27 millones en febrero de 2021. Contribuyó tanto al final de la ayuda de emergencia pagada a lo largo de 2020, por un monto de 600 reales de abril a agosto, y 300 reales de septiembre a diciembre. En abril de este año se reanudó el pago de las ayudas, pero con importes inferiores. (FGV, 2021).

En cuanto al trabajo doméstico informal, sin derechos laborales garantizados, es alto en Brasil. Por no hablar de las frecuentes denuncias, publicadas en los medios locales, sobre condiciones laborales similares a la esclavitud. Incluso durante esta pandemia, en una clara limitación al derecho de movimiento, existen denuncias de trabajadoras del hogar obligadas a confinamiento en la casa del empleador, con el fin de evitar el riesgo de contagio con el desplazamiento entre el hogar y el trabajo, usualmente utilizando servicios de transporte público (FENATRAD, 2021).

Otro dato que llama la atención es el aumento de los casos de violencia intrafamiliar contra la mujer, solo en el estado de São Paulo, según cálculos con base en datos de la Línea Directa de la Secretaría de Seguridad Pública, a lo largo de 2020 hubo un crecimiento de alrededor del 555% (Folha de S.Paulo, 2021). Si consideramos que muchas de las víctimas no denuncian a sus agresores, la situación debe ser mucho más crítica. Ciertamente, la mujer desempleada es más vulnerable, pero la violencia doméstica también afecta a las mujeres empleadas. Y aunque no sea así, la situación de la mayoría de las mujeres ocupadas es tensa, sobrecargada por la combinación de las tareas domésticas (con escuelas / guarderías cerradas) y el desempeño de su trabajo a distancia, en una coyuntura de crisis, atormentada por la amenaza del desempleo. Es la situación del profesorado, en el trabajo de primaria y secundaria realizado principalmente por mujeres.

En el área de salud, las mujeres también son mayoría (especialmente enfermeras, asistentes, trabajadoras sociales y servicio de aseo), por lo tanto, entre los trabajadores del sector salud, el número de muertes de mujeres por COVID-19 ha sido mayor, en general, las estadísticas indican que mueren más hombres que mujeres y, entre ellos, más mujeres negras que mujeres blancas. Con el inicio de la vacunación disminuyó el número de muertes entre los profesionales de la salud, situación que podría extenderse al conjunto de la población, sin embargo, el avance de la vacunación es lento.

Inexcusable en cualquier situación, en este contexto, los comentarios no diplomáticos de miembros del gobierno de Bolsonaro contra China rozan el absurdo, ya que Brasil debe el inicio de la vacunación a la alianza entre el estado de São Paulo y Sinovac, además de China provienen los insumos que el país necesita para producir inmunizadores. La rudeza del gobierno de Bolsonaro es aún más incomprensible si tenemos en cuenta que el país asiático es el principal socio comercial de Brasil. Sin mencionar que el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), conocido como BRICS Bank, ya ha desembolsado recursos para que el gobierno brasileño enfrente la pandemia.

Referencias:

1.    Fundación Getúlio Vargas (FGV) (2021). Pandemia acentua pobreza e é tema de debate na FGV. En: https://portal.fgv.br/search?keys=pobreza+e+desigualdade+no+brasil&mail_address_me= (Consultado 13.05.2021)

2.    FENATRAD (2021). “FENATRAD protesta contra a ilegalidade do confinamento de trabalhadoras domésticas”. En: https://fenatrad.org.br/2021/04/12/fenatrad-protesta-contra-a-ilegalidade-do-confinamento-de-trabalhadoras-domesticas/ (Consultado 13.05.2021)

3.    Folha de S.Paulo (2021). “Explosão de violência doméstica durante pandemia faz PM de SP implantar Patrulha Maria da Penha“. 27. abr. En: https://www1.folha.uol.com.br/cotidiano/2021/04/explosao-de-violencia-domestica-durante-pandemia-faz-pm-de-sp-implantar-patrulha-maria-da-penha.shtml (Consultado 13.05.2021)

Angelita Matos Souza es Profesora del Instituto de Geociencias y Ciencias Exactas de la Universidade Estadual Paulista (IGCE-UNESP) e Investigadora del Instituto de Políticas Públicas y Relaciones Internacionales (IPPRI-UNESP).


Série Especial COVID-19. Coluna sobre Gênero. 1 de junho de 2021

China, COVID-19 e mulheres no Brasil

Por Angelita Matos Souza

Em nível internacional a situação no Brasil é bastante complexa, o encontro da crise econômica com a crise pandêmica tem se traduzido em crise política e social profunda. O governo do presidente Bolsonaro, no poder desde janeiro de 2019, incrementa a crise com manifestações antidemocráticas e, desde o início, o presidente nega a gravidade da pandemia, endossa tratamentos preventivos sem eficácia comprovada, desestimula o uso de máscaras e contesta diariamente políticas de isolamento social, implementadas nos estados.

Neste momento (20 de maio de 2021), acontece no Senado brasileiro uma Comissão Parlamentar de Inquérito (CPI da COVID) a fim de investigar a responsabilidade do governo Bolsonaro sobre o número de mortos: mais de 440 mil mortes e pouco mais da metade somente em 2021. A CPI já confirmou que o governo brasileiro ignorou ofertas de vacina da Pfizer-BioNTech, cujas primeiras doses teriam sido entregues em dezembro de 2020. A situação só não é pior porque o governador do estado de São Paulo, João Dória, hoje adversário do governo Bolsonaro, promoveu uma parceria entre a companhia chinesa Sinovac Biotech e o Instituto Butantan de São Paulo, parceria que propiciou o início da vacinação no país com a Coronavac (cerca de 70% das vacinas aplicadas no Brasil). Este fato obrigou o governo federal a buscar vacinas no mercado internacional e a vacinação tem avançado, no entanto em ritmo lento e a crise socioeconômica se intensifica, com a ampliação do desemprego e da pobreza.

Os mais afetados, claro, são as mulheres e a população negra em geral. Segundo os dados Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios Contínua (PNAD Contínua), do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), referentes ao quarto trimestre de 2020, a taxa de desemprego era de 13,9% e mais da metade dos brasileiros sem trabalho eram mulheres, com uma taxa de desocupação superior à dos homens em 37,8% (mulheres = 16,4%; homens = 11,9%). Vale lembrar que as tarefas ligadas ao “cuidado familiar”, mormente em países periféricos, seguem a cargo das mulheres. Com o fechamento das escolas e creches, por causa da pandemia, são maiores as dificuldades para as mulheres se reinserirem no mercado de trabalho. A pesquisa ainda revela que seis em cada dez desempregados (60,0%) se autodeclararam pretos ou pardos, o universo pesquisado corresponde ao número de 100,3 milhões de pessoas consideradas economicamente ativas, que trabalham ou tentam trabalhar.

Alguns números sobre o trabalho doméstico, que emprega majoritariamente mulheres (mais de 90%) e mulheres negras (mais de 60%) evidenciam a tragédia. Por meio da comparação entre os dados da PNAD Contínua, entre o quarto trimestre de 2019 e o quarto trimestre de 2020, os postos de trabalhos domésticos diminuíram de 6,4 milhões para 4,9 milhões. Certamente, os números refletem o desemprego também nas camadas médias, as quais, no Brasil, podem adotar um estilo de vida confortável recorrendo ao trabalho doméstico barato. Por sua vez, o desemprego entre as trabalhadoras domésticas sempre implica em aumento da pobreza, com efeito, pesquisas da Fundação Getúlio Vargas estimam que o número de pobres no Brasil saltou de 9,5 milhões em agosto de 2020 para mais de 27 milhões em fevereiro de 2021. Contribuiu para tanto o fim do auxílio emergencial pago ao longo de 2020, no valor de 600 reais de abril a agosto, e 300 reais de setembro a dezembro. Em abril deste ano o pagamento do auxílio foi retomado, mas com valores menores. (FGV, 2021).

Sobre o trabalho doméstico informal, sem direitos trabalhistas assegurados, é alto no Brasil. Sem falar nas denúncias frequentes, divulgadas na mídia local, sobre condições de trabalho análogas à escravidão. Inclusive, durante esta pandemia, em uma clara limitação do direito de ir e vir, há denúncias de empregadas domésticas obrigadas ao confinamento na casa dos empregadores, visando evitar o risco de contágio com os deslocamentos entre residência e trabalho, geralmente se utilizando transporte público. (FENATRAD, 2021).

Outro fato que chama a atenção é o aumento dos casos de violência doméstica contra as mulheres, somente no estado de São Paulo, segundo cálculos realizados a partir de dados do Disque Denúncia, da Secretaria de Segurança Pública, ao longo de 2020 houve um crescimento de cerca de 555% (Folha de S.Paulo, 2021). Se considerarmos que muitas das vítimas não denunciam seus agressores, a situação deve ser bem mais crítica. Com certeza, a mulher desempregada está mais vulnerável, mas a violência doméstica atinge também as mulheres empregadas. E mesmo que não seja o caso, a situação da maioria das mulheres empregadas é tensa, sobrecarregadas que estão pela combinação das tarefas domésticas (com escolas/creches fechadas) e a execução do seu trabalho na forma remota, em uma conjuntura de crise, assombrada pela ameaça de desemprego. É a situação dos professores, no ensino fundamental e médio trabalho exercido maiormente por mulheres.

Na área da saúde, mulheres também são maioria (sobretudo enfermeiras, trabalhadoras da limpeza, atendentes, assistentes sociais), por isso, entre os trabalhadores da área, o número de óbitos de mulheres por COVID-19 tem sido maior, no âmbito geral, as estatísticas indiquem que morrem mais homens do que mulheres e, entre estas, mais mulheres negras do que mulheres brancas. Com o início da vacinação, diminuíram os números de óbito entre os profissionais da saúde, situação que poderia se estender para o conjunto da população, porém, como dissemos, o avanço da vacinação é lento.

Indesculpáveis em qualquer situação, neste contexto, os comentários nada diplomáticos de membros do governo Bolsonaro contra a China beiram ao absurdo, uma vez que o Brasil deve o início da vacinação à parceria entre o estado de São Paulo e Sinovac, ademais é da China que vêm os insumos que o país precisa para produzir imunizantes. As indelicadezas do governo Bolsonaro são ainda mais incompreensíveis se levarmos em conta que o país asiático é o principal parceiro comercial do Brasil. Sem falar que o New Development Bank (NDB), conhecido como Banco do BRICS, já desembolsou recursos para o governo brasileiro enfrentar a pandemia.

Referências:

1.    Fundación Getúlio Vargas (FGV) (2021). Pandemia acentua pobreza e é tema de debate na FGV. En: https://portal.fgv.br/search?keys=pobreza+e+desigualdade+no+brasil&mail_address_me= (Consultado 13.05.2021)

2.    FENATRAD (2021). “FENATRAD protesta contra a ilegalidade do confinamento de trabalhadoras domésticas”. En: https://fenatrad.org.br/2021/04/12/fenatrad-protesta-contra-a-ilegalidade-do-confinamento-de-trabalhadoras-domesticas/ (Consultado 13.05.2021)

3.    Folha de S.Paulo (2021). “Explosão de violência doméstica durante pandemia faz PM de SP implantar Patrulha Maria da Penha“. 27. abr. En: https://www1.folha.uol.com.br/cotidiano/2021/04/explosao-de-violencia-domestica-durante-pandemia-faz-pm-de-sp-implantar-patrulha-maria-da-penha.shtml (Consultado 13.05.2021)

Angelita Matos Souza é Docente no Instituto de Geociências e Ciências Exatas da Universidade Estadual Paulista (IGCE-UNESP) e Pesquisadora no Instituto de Políticas Públicas e Relações Internacionais (IPPRI-UNESP).